lunes, 10 de marzo de 2008

De la ausencia y de ti, Velia

Si nos diéramos el tiempo de enumerar la cantidad de canciones nostálgicas que cada uno de nosotros conocemos, estaríamos toda la vida ocupados en ello, pero si nos volvemos más exigentes y buscamos solamente las canciones que nos atrapan al instante una vez que la escuchamos, los que han tenido la oportunidad de oír “de la ausencia y de ti, Velia” de Silvio Rodríguez tienen la certeza que esta es una canción que, más allá de sentirnos identificados directamente con ella, nos evoca instantáneamente todo un escenario donde existen dos figuras principales: quien la siente en el alma y quien es recordado o recordada. Se trata de un espacio íntimo lleno de paisajes donde además aparecen otras personas como familiares, amigos e incluso desconocidos, pero también pareciera que aquel recuerdo haga que nuestros sentidos trabajen simultáneamente, pues cuando nos sentimos nostálgicos, no sólo recordamos imágenes, sino que también ruidos, aromas, sabores y todo aquello sensible al tacto; temperaturas, texturas y cosquilleos. El efecto que provoca escuchar esta canción es en gran parte porque su autor detalla muchas de estas sensaciones en el texto, al igual que con la melodía y su acompañamiento.




De la ausencia y de ti, Velia

Ahora sólo me queda
buscarme de amante
la respiración.
No mirar a los mapas,
seguir en mí mismo,
no andar ciertas calles,
olvidar que fue mío
una vez cierto libro.
O hacer la canción.
Y decirte que todo esta igual:
la ciudad, los amigos y el mar,
esperando por ti.

Sigo yendo a Teté
semana tras semana
¿te acuerdas de allá?
Hoy habló de fusiles
despidiendo muertos.
Yo sé que ella me ama,
es por eso tal vez
que te siento en su sala,
aunque ahora no estás.
Y se siente en la conversación,
o será que tengo la impresión,
de la ausencia y de ti.

No quisiera un fracaso
en el sabio delito
que es recordar,
ni en el inevitable
defecto que es
la nostalgia de cosas
pequeñas y tontas
como en el tumulto
pisarte los pies.
Y reír y reír y reír,
madrugadas sin ir a dormir...
Sí, es distinto sin ti.
Muy distinto sin ti.

Las ideas son balas
hoy día y no puedo
usar flores por ti.
Hoy quisiera ser viejo
y muy sabio
y poderte decir
lo que aquí
no he podido decirte:
hablar como un árbol
con mi sombra hacia ti.
Como un libro salvado del mar,
como un muerto que aprende a besar,
para ti, para ti,para ti, para ti.






Aquí les dejo un clip de youtube que diseñó un silviofilo


Una versión un poco más instrumental



¿Quién es Velia?

La revolución cubana atrapó el corazón de muchos extranjeros, en aquel tiempo una bailarina mexicana llamada Velia Ramírez estableció – hasta donde se sabe – una relación de amistad con Silvio. El trovador muy entusiasmado con esta joven mujer que regresó a su país de origen, se inspiró en esta canción.

El periodista Rubén Cortes le pregunta directamente a Silvio acerca de quién es la mujer que está detrás de la canción: “Es para una mexicana, Velia Ramírez. Se la hice en 1969. Ahora está casada con un hombre encantador, se llama Víctor y es trompetista. Cuando voy a México, los tres nos juntamos y comemos. La canción cuenta una época difícil para la revolución cubana. Por eso digo que las ideas son balas y no puedo usar flores por Velia. Y hablo de mapas porque ella vivía en México”.

¿Quién es Teté?


Silvio conoció a Teté Vergara alrededor de 1965, en aquella época el máximo referente de la Nueva Trova Cubana se encontraba realizando su servicio militar donde se incorporó a la revista Verde Olivo en la que participaba con sus dibujos, ayudaba en el diseño, escribía y también trabajó como fotógrafo. Al ser un joven que quería conocer, comprender y transformar el mundo, encontró en esta multifacética artista (cantante, compositora, escritora y actriz) a una verdadera maestra que le daba consejos y con la que compartía sus intereses, en torno a la música, la revolución, el arte y la vida en general. El propio Silvio comenta que: “Teté Vergara es uno de esos seres con quienes uno tiene una deuda interna impagable. Su amor, su paciencia, su sabiduría y hasta el sofá de su salita eran mi refugio hace años, cuando empezaba a cantar. Y contaba cosas que con el paso del tiempo en vez de alejarse se me abalanzaban como si aquellos cuentos de ella jugaran a ser profecías.”

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Qué linda historia la de esta canción!!!
No la sabía, gracias por publicarla.

Bello blog.

Violeta

Anónimo dijo...

Durante años estuve detrás de esta canción. Mi novio (ahora esposo) siempre me comentó que alguna vez escuchó esta canción y me propuse dársela de regalo en algún cumple o aniversario. Pues no es hasta ahora que ambos hemos dado con ella y con algo muy bueno: su historia.
Gracias.

Unknown dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Unknown dijo...

Es impensable oir a Silvio y no deleitar esta canción. Velia será alguien importante de nuestras vidas que ya no está físicamente con nosotros y Teté la voz de nuestra razón interna que nos impulsa a ir en avanzada. Silvio sencillamente el mejor de la Nueva Trova.